DETALLES DEL CERRO SANTA ANA DE PARAGUANA O RUINAS DE LA TORRE DE BABEL

Todo lo expuesto hasta ahora revela que este cerro no es simplemente un altozano, pero si una construcción transformada en un camuflaje, para que pasara como una elevación natural. Esa particularidad de los nativos de fabricar cerros, la reseñan las crónicas remotas. Hay pruebas de esta conducta, de cuando los caquetíos emigraron del Estado Falcón a los ahora estados Lara, Barinas y Trujillo, en la Laguna de Carannaca, según lo afirma en 1.648, el Fraile Jacinto de Carvajal,  en sus crónicas del pasado remoto. De acuerdo a Adrián Hernández Baño, se reseña así, en el libro Los Caquetíos de Falcón, Edición 1984, Pg., 93:

“Está circundada y fortalecida la Laguna de Carannaca de una belicosísima nación de indios, que la habitan, a los cuales nombran caquetíos…. Hay tradiciones que estos proceden de una inmensidad de indios que se retiraron de una ciudad de Choro a la primera venida de los españoles en conquista de estas partes. El cacique que indujo el retiro a tan crecido numero de gente india se llama el gran Manaure cuya memoria vi por estas partes muy frescas.... y yo he visto con mi propios ojos los cerros hechos de las manos de estos indios, durante la noche, en su éxodo hacia las llanuras de Apure.... donde hay opiniones que los indios dejaron escondidos tesoros grandiosos en la tierra del gran cacique o el gran emperador Manaure …. Todo esto es una prueba de que los cerros y las carreteras que están en el estado Barinas fueron hechos por los caquetíos, igual que los montículos que ellos habían fabricado en Coro.”.

Es también interesante destacar aquí, que los caquetíos en su emigración ya no son catalogados como pacíficos sino como “una belicosísima nación de indios”, este sería un estudio digno de sociólogos.

En el Cerro Santa Ana se encuentran piedras con separaciones exactas y cortes precisos. La mayoría de cortes fueron realizados en las costuras originales de las piedras o donde se resquebrajaban estas, luego transformaron estas diaclasas o grietas en junturas, donde se agregó pegamento para unirlas nuevamente.

Todos estos amasijos, a la vista actual, indican, que después de haber dado alguna forma a la gran piedra bruta, en sus canteras, la quebraban usando técnicas intricadas que componían mensajes, las convertían en rompecabezas, y así facilitaban su traslado en piezas separadas por medio de asnos u otros medios; y posteriormente la pieza prefabricada, era conducida al sitio pertinente, la armaban con pegamento, restableciendo la forma original, que en un principio tenía cuando fue tallada en la piedra bruta. De esta manera fueron armando esta torre o acrópolis, abandonada y convertida después en ruinas y cubierta posteriormente con tierra, para que aparentara ser un cerro.

Se aprovecharon de la fragmentación de la litosfera; de la desmembración originada por la meteorización y la erosión, del fraccionamiento de las corrientes de convección, que son las que convierten en un verdadero rompecabezas la corteza terrestre y aún las placas tectónicas. Debido a estas pequeñas y grandes colisiones de dichas placas, la faz de la tierra está sujeta a una constante remodelación. Estos constructores se sirvieron de estos cortes presentes en las rocas, para con ellos rearmar con su método una ciudad y una gran torre. Así perfeccionaron su técnica cuando esculpían con su lenguaje originario su increíble paraíso, distribuyendo las grietas naturales de las piedras. En las siguientes fotografías, observarán al detalle, los cortes exactos en las grandes rocas que se han separado entre si y que he podido ver y palpar.

El cemento o pegamento utilizado parece ser más resistente que la misma roca. Actualmente se sabe que el calor y la presión transforman las rocas blandas en mármol o por lo menos en un material más duro que las mismas rocas originarias. En condiciones semejantes se conforma el diamante. La palabra cemento proviene del termino latino “caementum” que significa “piedra resistente” y la palabra construir proviene del termino latino “construere” que significa “amontonar” o “edificar”.

En la Biblia en el capítulo 11, versos 3 y 4, se escribe:

“Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el “asfalto” en lugar de mezcla.
Y dijeron: Vamos, edifiquemos una ciudad y una gran torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuésemos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.”

En la medida que se alcanza mas altura en el Cerro Santa Ana, la erosión superficial de la piedra es más eficaz, debido al aumento de la humedad, por eso en los picachos del cerro se nota mucho el desgaste superficial de la piedra. De este modo sobresale mas el pegamento entre las piedras armadas, como si fuese una pared de bloques sin friso, donde los bloques se han consumido y quedan sobresaliendo las junturas o empalmes donde se colocó pega para rearmar la piedra, cemento que es más resistente que la misma roca. Cerciórese de este fenómeno en las siguientes graficas:

Esta roca del tamaño de un balón de fútbol, es como encontrar un reloj o un libro en el desierto e intentar afirmar que se auto formó en millones de años, es un complemento mas de lo que venimos afirmando. Después, cuando empezaron a usar las costuras originales de la piedra, a partir de allí, fueron reduciendo sistemáticamente el pegamento, hasta que fuese una telilla. Inclusive, las piedras pegadas llegan a parecer invioladas, a tal punto que casi no se nota su unión. Nótelo en la parte lateral de la piedra pegada en forma de cuña, donde el artífice Santiago Manaure, colocó las letras: BIENVENIDOS A MISARAY, allí casi no se nota la unión, ni el pegamento. Esta foto está en la sección TECNOLOGIA CUNEIFORME.

Esto explica el enigma del traslado de colosales piedras a grandes distancias en diversas culturas, no las trasladaron completas, inicialmente las esculpieron en sus canteras, luego que las fragmentaron, las trasladaron fácilmente por partes, y finalmente las pegaron en el sitio. Todos estos testimonios son evidencia de un eminente pasado, a pesar de la erosión de más de 4.455 años de intemperie que han tenido que sufrir estos restos.

VESTIGIOS DE LA ANTIGUA ISLA DE LA ATLÁNTIDA

Ya demostramos las convergencias, entre Paraguaná y los relatos antiguos, principalmente los geográficos. Fusionando el relato bíblico y griego, obtenemos que este complejo fuera una isla artificial cuadrada. Entonces es necesario hallar los vestigios de la plataforma plana del piso de aquella descomunal construcción, aún de los anillos. En las siguientes fotografías captará restos de superficies que fueron planas y se deshicieron.

VIGAS PLATAFORMAS ESTRUCTURAS DERRIBADAS

De la misma manera se encuentran vigas de piedra, que han sido expuestas por el desgaste gradual de los surcos o canales naturales trazados por el agua de lluvia. A consecuencia de este arrastre natural de tierra se han manifestado visiblemente; sucesiones lineales de piedras llanas, que indican el derrumbamiento de plataformas, pedazos de planicies de basalto de meseta, vigas de piedra. En las fotos, aquí presentadas, las evidencias:

TECNOLOGIA CUNEIFORME

Este lenguaje presente en las piedras del cerro Santa Ana, fue el predecesor del sumerio y la escritura cuneiforme, escritura registrada hasta ahora como la más antigua, desde hace 4.300 años. La ubicación de estas piedras parlantes en el Cerro Santa Ana, coincide con la anterior posición geográfica del Pangea bíblico, ya que la escritura cuneiforme se origina en el occidente de Asia, en Mesopotámia, Asiría, Babilonia y antiguo Oriente Próximo.

“La palabra "cuneiforme" procede del latín cuneus que significa cuña o ranura. Se sabe que los sumerios descubrieron la escritura ideográfica y que, con el paso del tiempo y mediante el uso de tablillas de arcilla como material para la escritura y de estiletes de caña como lápices, se fue transformando en la llamada escritura cuneiforme. No se ha hallado ningún indicio de que los sumerios pudieran aprenderla de otros pueblos. Los inicios de esta escritura se remontan al año 3000 a. de J.C. Sir Austin H. Layard descubrió la antigua Nínive y, entre las ruinas del palacio del rey Asurbanipal (668-626 a. de J.C.), halló una gran biblioteca construida con tablas de arcilla así como muchos diccionarios completos igualmente fabricados con el mismo material y en los que figuraban palabras sumerias con sus significados semítico-asirios. La biblioteca del rey Asurbanipal era muy antigua; las tablas de arcilla contenían copias y colecciones de textos datados a partir del 2000 a. de J.C. Entre las tablas fue hallado un valioso tesoro, la Leyenda de Gilgamés, que es en realidad la historia del diluvio universal: una confirmación exacta de lo que nos relata Moisés sobre Noé.”
http://centros5.pntic.mec.es/ies.arzobispo.valdes.salas/alumnos/escri/escri.html

MUESTRAS DE ESCRITURA SUMERIA

Fue un antiguo estilo de fabricación, una tecnología angular o de punta de cuña, usado en la fragmentación y pega de la piedra, dando lugar a caracteres de la misma forma, que tenían como propósito dejar un registro permanente e intrínseco en la construcción, no tan solo en su superficie sino también en su estructura y composición integral de la piedra. Son piedras armadas, de tal modo que sus disposiciones ajustan mensajes.

Mostramos aquí algunas líneas y formas del lenguaje postdiluviano, antecesor del los pictogramas sumerios, desarrollados en la construcción de la Torre de Babel o Acrópolis de Platón. Verifíquese en las subsiguientes fotos de este sitio, la presencia de triángulos, intersecciones, planos cartesianos, parábolas, hipérbolas, paralelismo en las líneas y, diversas formas aritméticas:

Los postdiluvianos llegaron a interpretar y, a representar el lenguaje del cosmos y la naturaleza, logrando el grabado en sus construcciones. Todo de un modo tridimensional y cosmográfico. Por eso, ha sido muy difícil diferenciar su técnica de fabricación con la acción de la naturaleza misma. No obstante fue una confusión durante milenios. No es casualidad, por ejemplo, que la palabra “Babel” en hebreo, signifique “confusión”.

Compare la figura superior con las ranuras superficiales del espécimen inferior

LA PRINCESA ANA

La princesa Ana fue una doncella Caquetía, hija de un cacique súbdito del Diao Manaure, como era muy bella los colonizadores le perseguían para deshonrarla. Los caquetíos y ella, para preservar su honor consintieron en que fuese inmolada en una gran piedra llana, llamada Siraba, en el Cerro de Santa Ana.