EL REENCUENTRO
Después de 4.000 años del diluvio universal, 3.896 años de la primera separación intercontinental y 2.941 años de la segunda deriva continental, hecatombes que provocaron la separación geográfica y destrucción de la ciudad y desplome de la gran torre, llegan los españoles a su origen, aquí a América. Sin saber que se trataba de un reencuentro, que significaría el inicio de una reintegración mundial, retardada aún por encasillamientos.
Para ese entonces los custodios de las ruinas de aquella antigua coyuntura, son los caquetíos, descendientes de los arahuacos, parientes de los cananeos. El Diao o Cacique Manaure, era el Jefe de los caquetíos, a quien se le atribuían diversas capacidades y dominios divinos. Hubo muchas referencias escritas sobre él, como lo de su dignidad, hidalguía, el dialogar con Dios, hacer llover y detener la lluvia, fabricar cerros y canales de riego, entre otras facultades extraordinarias.
El Diao Manaure, era un genuino descendiente de la familia real, que gobernó desde el principio esta primigenia ciudad con su torre, de la cual partieron las demás civilizaciones. En Suramérica Arawac o Anawac y en el Medio Oriente Anac o hijos de Anac. Tampoco debe ser coincidencia esta semejanza de nombres precolombinos y cananeos, al igual que hayan sido gigantes, ambos. Aún, la similitud de sus lenguas, específicamente la hebrea, lenguaje nativo que sorprendió a los colonizadores por su elegancia y perfección, como afirman los cronistas de ese entonces. Aunque el arahuaco es una lengua muerta, la semejanza del hebreo con la lengua guajira actual, también de origen arahuaco, es otra prueba fehaciente de esta interrelación.
Estas evidencias integran con las geológicas que ambas culturas fueron contemporáneas y ascendientes de una misma tribu, la cananea. Eso explica la hidalguía hallada en los caquetíos y su gran cacique. La presencia de tantas virtudes en un jefe, su dominio total del territorio occidental de Venezuela, así como su organización jurídica, inducen a más de un historiador a definirlo como Manaure, El Magno. Contraste que se inscribe muy pronunciado en aquella época, donde el barbarismo era la orden del día, resalta mucho cuando se compara la sociabilidad caquetía con la actitud depredadora de los que se presentaron como cristianos o de un mundo civilizado.
EXPECTATIVAS Y PERSPECTIVAS ORIGINARIAS
El Dr. Luís R. Oramas, hace referencia del mando continental del Diao Manaure, así:
“Coro es la plataforma avanzada de una mina riquísima de historia de una Venezuela, que pugnaba por consolidar en las Antillas su posición de soberana del Mare Nostrum, mediante la creación de establecimientos políticos en las islas por donde hoy asoma el rubor de América en la forma absurda de colonias europeas. Lo que es hoy el Estado Falcón, era previamente la gestación de un gran poder de tipo tropical indígena. Con actividades comerciales centrales, este lugar terminó siendo el receptor y banquero de las transacciones e intercambios entre los pueblos más importantes entre el Norte y el Sur.
Como prueba de ello los caquetíos dejaron testimonio de su planificación, los embajadores y cónsules de Manaure aplicaron un plan económico Panamericano, en el que de hecho sería nuestra Patria instituida como la bolsa de valores y lugar de feria para los fines económicos de las culturas continentales.” Boletín del Centro de Historia del Estado Falcón, Año V, Numero 8, marzo de 1957, Págs. Nº 42,43.
El Diao Manaure supo perfectamente que habían sido y lo que representaban la Península de Paraguaná y el Cerro Santa Ana y, a pesar de su desventaja bélica ante los invasores, él trazó la futura continuación del mando de esta área circundante, como digno sucesor arahuaco y caquetío que era. El conocimiento de sus umbrales le permitió trazar estrategias visionarias, inimaginables para el hombre común. Los indios sin saberlo, obedecieron fielmente a su dirección, camuflando construcciones antiguas, haciéndolas pasar como cerros y cegando entradas y cuevas, engañando a los colonizadores con estrategias definidas por Manaure.
Así se continuó guardando el secreto, primeramente, demostrando desinterés por una tierra con apariencia árida. Fue ésta la táctica principal, igual que no hacer la guerra a los teutones ni a españoles, desviándolos de sus objetivos y decidiendo un éxodo hacia tierras posiblemente mejores en el centro-occidente de Venezuela y renunciando a un supuesto sequedal que no debía despertar sospechas.
Algunos se han atrevido a denigrar de su comprobada actitud cívica, pacifista e integradora ante los españoles y los welsares, señalándole como cobarde por no presentar una guerra abierta. Pero el presente y la postrimería le distinguirán, como el único cacique americano que trazó una estrategia y con ella finalmente fue que se venció a los invasores.
Los logró engañar y desviar de su único destino, causa de su barbarie, la ruta dorada, por la cual preguntaron en todo el continente americano y de la que solo encontraron afirmaciones y referencias. Manaure, terminó de ocultar de la geografía local lo que pudiese identificar la tierra original, dejando sembrados en esta tierra todos sus valores y el deleite de la victoria para la posteridad.
Fue el campeón de la estratagema pacifica y desigual, imitador de la inmolación de Cristo en la cruz o de un invencible maestro ajedrecista, que sacrifica todas sus piezas ante su ambicioso adversario, para finalmente arrebatarle la victoria. El es, el Diao Manaure. Presentémosle reconocimiento y honores.
AGUA GRANDE O VENECIUELA
El acreditado antropólogo, sociólogo e historiador español, Adrián Hernández Baño, afirma en las páginas 20 y 96 de su libro “LOS CAQUETÍOS DE FALCÓN”, que el Golfete de Coro puede ser lo que se señaló en aquel entonces como el lago de San Bartolomé, mejor conocido después como Lago de Maracaibo. Asegura que los palafitos que vió Alonso de Ojeda, fueron los de Paraguaná. Él no presenta soporte ni argumenta esta señalización en este libro, pero estoy totalmente de acuerdo con ella y aunque siga pecando de irreverente, con el respeto póstumo que merece nuestro profesor, voy a presentar la argumentación.
En el primer viaje exploratorio del año 1.499, los que escriben y son testigos y protagonistas visuales, son cuatro personajes: Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa, probablemente Américo Vespucio y el entonces bachiller y futuro abogado Martín Fernández Enciso, originario de Sevilla y patriarca de la navegación española. Este último es quien actualmente goza de mayor credibilidad entre los del grupo.
Fernández Enciso, fue el autor del libro “SUMMA GEOGRAFIA”, obra honrada con un privilegio real en Zaragoza, el 5 de septiembre de 1.518. Después de 19 años de aquel primer viaje exploratorio del año 1.499, se demuestra el crédito de Fernández Enciso, con el reconocimiento real a su trabajo. Fernández Enciso, manifestó conocimientos que aún demarcan la náutica actual.
A diferencia de sus otros colegas de exploración, que en mayor o menor grado tuvieron problemas con la Corona, aquellos al parecer, albergaban más intereses personales que los que alojó Fernández Enciso, estrechando dichos intereses las oportunidades de aquellos y acortando sus días de vida. Ambiciones sórdidas, las cuales contribuyeron a las posteriores apariciones de señalizaciones vagas, que hasta hoy confunden a los historiadores. Algunas consentidas de adrede por los suspicaces exploradores y otras reglamentadas por la Corona, con códigos secretos, que evitarían el aprovechamiento de sus esfuerzos por parte de ladinos. Los juicios a Colon y a Ojeda, tuvieron que ver mucho con estos aspectos.
Los últimos desarreglos fueron inducidos por el Diao Manaure, con tácticas de desviación de objetivos. Para demostrar estas aseveraciones, deberá leerse y detallarse en los siguientes párrafos una parte original del texto de “SUMMA GEOGRAFIA”, orientación primigenia o de primera línea, donde se refiere en aquel entonces el ya abogado Martín Fernández Enciso, al primer viaje exploratorio del año 1.499 en el occidente de Venezuela o Coquibacoa. El coloreado, subdivisión de párrafos, subrayado y los paréntesis con asteriscos numerados, no son propios, serán usados con fines pedagógicos.
El color azul destaca la orientación cardinal, el color rojo las distancias, el verde la definición de la legua o unidad de medida de Fernández Enciso. El subrayado y la negrilla, destacarán la importancia que amerita ese texto. Los paréntesis con asteriscos numerados señalarán en el mapa la secuencia del recorrido naval de aquellos navegantes en Venezuela.
Sitio Web que publica esta carta original: Carta
“Pues es dicho de las islas, volvamos a la costa de Paria, a do co | mençamos a dezir de las islas. (*1)Digo pues q salido de Paria bu | elue la costa dela tierra al Oeste. ay desde la boca (*2)del golfo de pa | ria fasta al cabo que esta sobre el golfo de aljofar setenta e cinco | leguas. esta el (*3)golfo de aljofar al Oeste. quarta al Norueste en .ix. grados | y medio. queda en medio el golfo de todos sanctos. cabo el golfo de todos | sanctos (*4)ala parte del Oeste entra vn cabo dela tierra (*5)en la mar bien tres le | guas: y en par (*6)deste cabo al Norte, enla mar adentro (*7)ocho leguas estan los | frayles e roques q es vn ayuntamiêto de islas pequeñas como rocas: e ha | zia ala (*8)parte del Oeste delos frayles esta (*9)la isla Margarita (Apostilla: Mar | garita. | Perlas.) q es (*10)vna isla | que tiene veinte leguas de Leste Oeste e de norte sur doze. en todo el rede | dor desta isla se pescâ perlas finas en quâtidad. y en el golfo de aljofar se pes | can tâbien.
Pero enesta isla ay mas quâtidad e mayores. e a la vanda del | sur son las mas e mayores. (*11)doblado el cabo de aljofar buelue vn golfo de | mar entre dos (*12)tierras al Este (*13)mas de quinze leguas de ancho: en este se pes- | câ muchas perlas e mucho aljofar: las conchas en que se criâ son como las | delas almejas sino que son grâdes e reluziêtes de dentro como las mismas | perlas: pero de fuera son del color delas almejas: pescâ se muchas en quâti | dad. (*14)del cabo del golfo de aljofar (*15)al cabo que esta sobre puerto flechado (*16)q | se llama Tucuraca ay ochenta leguas. esta tucuraca en .ix. grados y medio | en medio queda el cabo de isleos. e antes del estâ puerto solo y el puerto de | cañafistola: y después del esta puerto Flechado q tiene muchos isleos an | te si. toda esta costa es de muchas pesquerias: y en ella ay aruoles de caña- | h3r: fístola que echâ las cañas tâ gruessas como vna gruessa lâça. es buena: pe- | ro como tiene mucha carne corrompe se antes q la que aca ay. estâ el puer- | (Apostilla: Caña- | fistola.) to flechado y el de la cañafistola en ocho grados. esta tierra es de mucho ba | stimêto. ay en ella muchos papagayos y perlas ealjofar. los indios de esta | tierra vsan flechas tâ complidas como vna braça e muchos arcos: ay jun- | cos grâdes de que hazen bastones.
(*17)Desde Tucuraca fasta al cabo de sant | Româ ay cuarenta e cinco leguas. (*18)esta el cabo de sant Româ al sudueste. | cuarta al Sur en .xi. grados. el cabo de (*19)sant româ entra dêtro enla mar ve— | inte leguas que no lleua la tierra en ancho mas de tres e cuatro leguas. e ala parte del este tiene el (*20)puerto de Coriana. e a la parte del Oeste al puer- | to del Pico: son buenos puertos. ay desde ellos fasta al cabo veinte leguas | estâ en .x. grados. (Apostilla: Coqui | bacoa.) (*21)Desdel cabo de sant Româ al cabo de Coquibacoa ay | tres isleos en triâgulo. entre estos dos cabos se haze vn golfo de mar en fi- | gura quadrada. e al cabo de Coquibacoa entra desde este golfo otro gol- | fo pequeño en la tierra cuatro leguas. e al cabo del, a cerca dela tierra est | vna peña grande que es llana encima della. y encima della esta vn lugar d’ | casas de indios que se llama Veneciuela. esta en .x. grados.
(Apostilla: Veneci- | uela.) entre este golfo | de Veneciuela y el cabo de Coquibacoa haze vna buelta el agua dentro de | la tierra ala parte del Oeste. y en esta buelta esta Coquibacoa. aqui se ha hallado peso y toque para el oro enel lugar que es grâde. e (*22) dizê los indios | que traen el oro de fasta a veinte e cinco leguas de dentro dela tierra. e (*23) que | quâdo vâ alla por ello lleuâ el peso y el toque para conoscer lo que traen. | En todas las indias del poniente no se ha hallado peso sino aqui. el lugar | de Coquibacoa es grâde e bueno de buena gente pacifica. en Veneciuela | es la gente bien dispuesta: e ay mas gentiles mugeres que no en otras par- | tes delas de aqlla tierra. ay perlas buenas e crescidas: avn q no ay tantas | como enla Margarita. aqui vsan los indios lâças de a veinte e cinco pal- | mos: e tiraderas como dardos. (*24)desdel cabo de Coquibacoa fasta al cabo | dela Vela ay cuarenta leguas.
(Apostilla: Cabo d’ | la vela.) (*25)Esta el cabo dela Vela ala media parti- | da del Oeste e del Norueste. en .xii. grados y medio. junto a este cabo dela | vela ay vn buen puerto con vn isleo delâte, que esta ala parte del Oeste. pas | ado el cabo dela vela buelue la costa al Sur. quarta al Sudueste. y es la co- | sta baxa e toda la tierra del cabo dela vela es tierra baxa. desde cabo (*26)dela | vela a Tucuraca ay treinta leguas. (Apostilla: Tucu- | raca.) esta Tucuraca en. xi. grados y medio. | es buen puerto. (*27)Desde Tucuraca a sancta Marta ay veinte e cinco legu- | as. (*28)sancta marta esta al Oeste en . xi. grados y medio. es buen puerto: tiene | vn isleo delante: es el mejor puerto de toda esta costa.
Esta tierra de sancta | (Apostilla: Sancta | marta.) Marta es tierra que se riega por mano por cequias. e los panes e cosas q | siembrâ y plâtâ los riegan. es tierra algo abierta: e tiene sierras altas e pe- | ladas. la arena delos rios es toda margarita que es piedra de color de oro | que paresce que es toda oro.. ay enella muchos puercos e muchos cieruos. | halla se en poder delos indios mucho oro e cobre. halla se mucho cobre do - | h3v: rado, dizê los indios que dorâ el cobre con vna yerua que ay en aquella tie | rra la ql majada e sacado el çumo e lauado el cobre con ella e puesto al fue | go sebuelue de color de oro muy fino e sube mas o benos (sic) en color segun que | ellos le dâ mas o menos yerua. la gente es bellicosa e feroz: vsan arcos e fle | chas poco mayores que viras: y vntâ las con yerua y es tâ ponçoñosa la | yerua que por dicha escapa hombre que con ella sea herido.”
El punto cardinal oriental o el este, no es que Fernández Enciso lo omita mucho, sino que lo resume así: (. e), como punto seguido y una conjunción gramatical, pero no se trata simplemente de una conjunción aunque se confunda con ella, es la orientación cardinal oriental o el punto cardinal este. Esto lo resaltamos en su escrito de este modo. e.
Note usted mismo la diferencia en otras frases de esta misma carta, cuando Fernández Enciso usa también la letra e y no es su intención señalar una orientación cardinal; allí hay ausencia del punto-seguido que precede a la letra e, entonces sí la usa como una conjunción gramatical. Si es posible relea la carta y compruébelo, cuando menciona la orientación cardinal oriental y el . e juntamente, lo que hace es redundar o intenta despistar. Esta es una obviedad más de Fernández Enciso o una clave de lectura exigida por la Corona, que se corrobora en el contexto de su carta.
Una legua marina moderna equivale a 5.555 metros, pero es inaplicable para aquel tiempo, en el cual no había los consensos actuales. A la sazón, Fernández Enciso usaba el sistema de Tolomeo, nivelando el norte con la rosa náutica de los 32 vientos, le daba el valor a un grado de 17 ½ leguas, pero esto es muy engorroso para la actualidad. Entonces es imprescindible en estas condiciones cotejar las leguas de Martín Fernández Enciso, con alguna clara referencia geográfica en su misma carta.
En los asteriscos 9 y 10, coloreado el texto de verde, él delimita el largo de la Isla de Margarita en 20 leguas y el ancho en 12 leguas. Ahora, basados en sus propias apreciaciones, lograremos definir con el mínimo margen de error la dimensión de sus leguas en kilómetros, obviando los grados. La isla tiene 67 km de largo y 33.5 km de ancho.
Si 20 leguas equivalen a 67 km, 1 legua equivaldría a 3.35 km
Si 12 leguas equivalen a 33.5 km, 1 legua equivaldría a 2.79 km
Buscando el valor medio y el margen de error.
3.35km + 2.79 km = 6.14 km / 2 valores = 3.07 km
Donde 3.07 km equivaldría a una legua de Fernández Enciso o de la época.
3.07km / 3.35 km = 0.92 x 100 % = 92 – 100 = 8 % es el margen de error.
Respecto a la exactitud de los poblados, señalados como vigentes en el mapa del recorrido de Fernández Enciso, recordemos siempre que en sus leguas tenemos intrínseco un error de 8 %. Lo que implica que si se profundiza más la investigación, interpolando estos valores con otras cartas, mapas y registros históricos, finalmente cambien algunos de estos poblados por menos o por más, dentro del 8 % de este margen de error.
Ahora, detalle en este mapa el recorrido que hizo Fernández Enciso en las costas venezolanas, los paréntesis y asteriscos numerados señalan en el mapa la ruta naval; con las medidas expuestas en su carta original, comparadas sus leguas a la escala actual a través de kilómetros. Evalúe este mapa con la carta de Fernández Enciso:
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