SEMEJANZAS GEOCULTURALES
LA ATLANTIDA DE PLATON
El dialogo entre Platón, Timeo y Critias, (http://www.kelpienet.net/rea/platatla.php). Es un vínculo entre la realidad primigenia y el mito de hoy. Este testimonio verbal de acontecimientos del año 2.400 a.C. y de 1.450 a.C. Escritos en el año 350 a.C. (léase antes de Cristo). Tantos años sin apuntar, sujetó a este verbo a variantes, por ello es necesario interpolar esta fuente con otras, cuyos paralelismos comprobarán la siguiente interpretación del diálogo de Platón.
En estos diálogos de Platón, es muy particular destacar también la mención de la llanura cuadrilátera o rectangular, que se irrigaba y comunicaba a través de grandes canales de agua, también los llamados anillos irrigadores.
“La naturaleza y muchos reyes, con su largo esfuerzo, habían conformado la llanura de la siguiente manera. En su mayor parte era un cuadrilátero rectangular, y lo que faltaba para formarlo lo había corregido por medio de una fosa cavada a su alrededor. Aunque la profundidad, ancho y longitud que les atribuyeron eran tan grandes, sin contar con las otras obras, que resultaba increíble para algo hecho por las manos del hombre, debemos decir los que escuchamos. Habían cavado una profundidad de cien pies; el ancho era en todos lados de un estadio y, como había sido cavada alrededor de toda la llanura, llegaba a la ciudad por ambos lados y allí dejaba fluir el agua al mar.
Desde su parte superior habían abierto canales rectos de cien pies de ancho que corrían a lo ancho de la llanura hasta desembocar nuevamente en la fosa que daba al mar y distaban entre sí cien estadios de distancia uno de otro. Así bajaban a la ciudad la madera de las montañas y proveían con barcos el resto de los productos estaciónales, ya que habían abierto comunicaciones transversales de unos canales a otros y hacia la ciudad. Cosechaban la tierra dos veces por año, en invierno con las aguas provenientes de Zeus, y en verano conducían desde los canales las corrientes que produce la tierra.”
“En primer lugar, levantaron puentes en los anillos de mar que rodeaban la antigua metrópoli para abrir una vía hacia el exterior y hacia el palacio real. Instalaron directamente desde el principio el palacio real en el edificio del Dios y de sus progenitores y, como cada uno, al recibirlo del otro, mejoraba lo que ya estaba bien, superaba en lo posible a lo anterior, hasta que lo hicieron asombroso por la grandeza y belleza de las obras. A partir del mar, cavaron un canal de trescientos pies de ancho, cien de profundidad y una extensión de cincuenta estadios hasta el anillo exterior y allí hicieron el acceso del mar al canal como a un puerto, abriendo una desembocadura como para que pudieran entrar las naves más grandes.
También abrieron, siguiendo la dirección de los puentes, los círculos de tierra que separaba los de mar, lo necesario para que los atravesara un trirremes, y cubrieron la parte superior de modo que el pasaje estuviera debajo, pues los bordes de los anillos de tierra tenían una altura que superaba suficientemente al mar. El anillo mayor, en el que habían vertido el mar por medio de un canal, tenía tres estadios de ancho. El siguiente de tierra era igual a aquel. De los segundos, el líquido tenía un ancho de dos estadios y el seco era, otra vez, igual al líquido anterior. De un estadio era el que corría alrededor de la isla que se encontraba en el centro. La isla, en la que estaba el palacio real, tenía un diámetro de cinco estadios. Rodearon ésta, las zonas circulares y el puente, que tenía una anchura de cien pies, con una muralla de piedras y colocaron sobre los puentes, en los pasajes del mar, torres y puertas a cada lado.”
De este modo interpretamos que la Atlántida era una isla cuadrada y llana, de abundantes anillos o espirales, cercada por agua de mar. Su ciudad más importante era circular, compuesta de varias concavidades concéntricas; es decir, ruedas en medio de ruedas o canales, a manera de espirales y tanques, que se usaban para canalizar y estabilizar el agua, la cual emanaba de su gran acrópolis. Elevación que se encontraba en el exterior de la ciudad principal; torre que, debido a su altura, producía una gran condensación de agua, formando manantiales artificiales, que se empleaban como fuentes, que después de dispersarse el agua entre las huertas, espirales o surcos, llegaban finalmente al mar a través de un gran canal recto, que atravesaba el centro de la ciudad principal.
Esta ciudad capital con su acrópolis exterior, tenía alrededor otros espirales o círculos concéntricos, mas bien huertos, que componían distintas ciudades semejantes a dicha capital, pero menos importantes, aunque también irrigadas por los arroyos artificiales de la gran torre. Todo estaba contenido en un área allanada de forma cuadrada o rectangular, rodeada de agua de mar, un jardín o huerto en medio de las mismas aguas. Era una isla concebida artificialmente.
Se trataba de un conjunto integral, un complejo hidrológico y agropecuario, que tenía como objeto crear un microclima nubloso, pluvioso, que compensaría el agua suministrada por la acrópolis a todos los estanques y el exceso de agua terminaba en el límite cuadrado de agua de mar, a través del gran canal recto. Era un nirvana para la longevidad, donde la flora y la fauna lucían muy prosperas. Una utopía o nuevo paraíso, lugar de deleite o tercer Edén, habitado por el hombre, lo cual conformaba en su totalidad lo que Platón llamó la Atlántida.
UNA VISTA AEREA DESDE LA PARTE SUPERIOR DE LA ACROPOLIS SERIA ASI
LOS PETROGLIFOS
En distintos continentes las culturas originarias más antiguas expresaron en cavernas y piedras bocetos similares, representando úteros o torres haladas con venados abrevando y espirales y círculos concéntricos. Este sorprendente paralelismo de la descripción de la ciudad de la Atlántida de Platón, con el diverso arte rupestre primitivo, no plasma otra cosa, sino la rememoración de un punto tradicional de común referencia, en el cual todas las culturas coincidieron y partieron. Sitio, que todos estos grupos como emigrantes, añoraban. Es decir, estos petroglifos son recuerdos o mapas de la tierra en que inicialmente convivieron todas las culturas primigenias y de la que inconvenientemente se separaron.
En su inconforme éxodo, estamparon en piedras y cuevas la memoria de las huertas y estanques y la abundante flora y fauna preliminar. Haciendo gala de su indiscutible pericia artística, excelentemente entrenada en el conjunto originario que ellos mismos construían, y que ahora evocaban, cincelando matrices de sus imágenes en las rocas y cavernas, que les sirvieron de refugio en su migración y nuevo restablecimiento. Así se explica porque arqueólogos versados aseguran que las formas pintadas por los artistas rupestres se distanciaban del medio ambiente en el cual habitaban y de sus actividades cotidianas, precisamente, porque rememoraban otro sitio y labores distintas. Obsérvese el paralelismo de algunas muestras de petroglifos en diferentes continentes, con la Atlántida de Platón:
PETROGLIFOS GALLEGOS
www.campolameiro.com/petroglifos_paredes_gal.htm
GALLEGOS
www.ulises-valiente.com/wakan/numero1/Leyenda.htm
GALICIA
usuarios.alsernet.es/cpcarb/gal_maria.htm
Cerro Santa Ana de Paraguaná Falcón Venezuela
MEXICO
www.e-local.gob.mx/.../jalisco/mpios/14065a.htm
Apurimac Peru
www.regionapurimac.gob.pe/.../And7.htm
PERU
www.meta-religion.com/.../hallan_precursoras.htm
VENEZUELA
www.une.edu.ve/amazonas/aspectos.htm
CHILE
icarito.latercera.cl/.../pag5.htm
ARGENTINA
www.argentinatotal.com.ar/.../villa_ojo_agua.htm
Por su forma circular, estas imágenes talladas en piedra han sido confundidas con naves extraterrestres, las cuales según algunos, originan su evocación. Actualmente, muchos lo imputan así, por el exacto paralelismo que tienen los diferentes petroglifos. Aún cuando sean de diversas y extremas culturas primitivas, aunadas a las grandes distancias intercontinentales que separan en la actualidad a estos territorios. También, por la existencia de tantas limitaciones a las que estaban sujetas aquellas comunidades.
Todas estas condiciones adversas sostienen la imposibilidad de la comunicación entre ellas mismas por modos conocidos en aquel entonces, lo cual ha inducido a recurrir a explicaciones interplanetarias. Alimentándose cada vez mas, el mal habito de siempre tener una respuesta para todo. Especialistas piensan que era absurdo que de alguna otra manera que no fuera sino a través de naves extraterrestres, hubiese convergencia en la inspiración de los motivos artísticos con tal exactitud entre tantas culturas, extremadamente apartadas.
Este primer tratado demostrará que si lo hicieron de otro modo. Aquí es donde se acopla la memoria ancestral diversa y la cronología bíblica. El fechaje bíblico que utilizaremos como referencia, es el demostrado en la cronología del libro “Crónica Bíblica” edición 2003, de mi autoría.
LA GEOCULTURA Y LA CIENCIA ACTUAL
La Biblia y la geología vigente, coinciden en la unión intercontinental antigua y, en lo único que difieren es en la época del acontecimiento. La primera cita que los continentes estaban unidos hace 4.420 años y la otra alega que fue en la edad mesozoica, en el jurásico, hace 208 millones de años; que fue en ese entonces cuando se separaron los continentes. Esa anterior y gran masa territorial que aglomeraba todos los continentes actuales se llama actualmente Pangea, que en griego significa “toda la tierra”, era un supercontinente.
El Pangea era una fusión intercontinental que data del triásico, hace 245 millones de años. Según la geología actual, 37 millones de años después dicho supercontinente único se desmembró, afirmándose que para dicha época, hace 208 millones de años, ni siquiera había vestigios del hombre. Alega al respecto la geología, que el ser homínido vino aparecer en el pleistoceno hace menos de 2 millones de años y que el hombre racional o cultural surge a finales de esta edad y principios del holoceno, hace diez mil años.
Entonces, la geología afirma como ciencia oficial, que la cultura humana no es contemporánea con las derivas o movilizaciones continentales; que desmembraron el supercontinente o Pangea hace 208 millones de años en la primera deriva continental, y hace 90 millones de años en el cretácico en la segunda deriva continental. La geología alega entonces que la cultura humana empezó apenas hace diez mil años.
Tendríamos que permitir que esta astronómica diferencia cronológica, entre la edad bíblica y la edad geológica, se justifiquen por si solas, ante el resultado final de esta estrategia investigativa, que nos corresponde ahora. Para ello seguiremos el enunciado del método investigativo propuesto, en el que sólo enfocaremos lo aceptado por ambas, en lo que están de acuerdo la Biblia y la geología, que es en sí, la existencia antigua del supercontinente o empalme geográfico intercontinental, llamado Pangea.
Pero, si demostramos en este trabajo, que además de haber existido una relación geomorfoógica entre dos continentes, hubo simultáneamente una correspondencia cultural florecida, cuando estuvieron unidos todos los continentes actuales en un supercontinente único, segregados luego por la posterior separación transatlántica o derivas de las desmembraciones continentales de este Pangea. De tal modo, la geología quedaría desautorizada para fechar, porque para ella no coexistieron los sucesos de hace 208 millones de años con los de hace diez mil años, es decir, el Pangea y el hombre cultural.
Si se halla en la actualidad testimonios de la convergencia entre los antiguos habitantes de los diferentes hemisferios involucrados, se comprobaría tal interrelación cultural. De hecho, si se consigue en un continente la gran ciudad o cultura reclamada por su par hemisférico, con esa razón o evidencia, inexorablemente la geología tendrá que admitir y revisar el origen de su error, en los cálculos de edades prehistóricas y consentir finalmente la interrelación cultural que existió en el Pangea y su posterior desmembración geográfica a través de las derivas continentales con pueblos presentes, hecatombes mundiales que fuero las que terminaron de deshacer o dispersar fácilmente las culturas primigenias.
Repetimos, la comprobación de la posterior fractura del Pangea, después de haber coexistido entre avanzadas culturas, desautorizaría la cronología actual de la geología moderna. Específicamente, la originada en base al método cierto de fechado de carbono 14 y otros elementos que se utilizan actualmente para datar. La ciencia actual no toma en cuenta en el relato bíblico del diluvio universal, unas aguas externas que dividen o limitan al norte el actual universo, las cuales intervinieron y contaminaron con su liga el Pangea o supercontinente. Mas adelante, en la exposición teológica sobre el origen del universo, en el quinto capítulo de este tratado, este tema será más explícito.
HUNDIMIENTOS O DERIVAS CONTINENTALES
Las teorías de Alfred Wegener, en 1915, sobre las derivas continentales, fueron reconocidas científicamente apenas en 1960, con la teoría de tectónica global o deformaciones estructurales geológicas, cálculo oficial que demarca la estructura, historia y dinámica de la corteza de nuestro planeta tierra, que demuestra que de las fracciones del Pangea o los cinco continentes, ninguno se hundió en el mar, sino que derivaron o navegaron en el. No teniendo actualmente esta comprobación ni siquiera cincuenta años, tampoco debería extrañar tanto, el nuevo descubrimiento de la simultaneidad de tales derivas continentales con la presencia de culturas humanas primigenias.
LA CRONOLOGIA BIBLICA Y LAS DERIVAS CONTINENTALES
Aunque la Geología sostiene que la tierra se empezó a formar hace 5.000 millones de años, la cronología bíblica afirma que el hombre cultural empezó a convivir en el Pangea bíblico hace 6.190 años y residió inicialmente en el, durante 1.770 años. Subdividiéndose este Pangea por primera vez al final de estos 1.770 años y entrevé que después de 955 años, nuevamente se rotaron aún más los hemisferios en una segunda deriva continental, ya previamente separados en la primera deriva continental. Por última vez también describe, que 745 años después de la segunda deriva continental, sucede una tercera deriva continental, para finalmente delinear la posición de los continentes como se conocen actualmente, permaneciendo así por 2.720 años, hasta hoy (sep/2005). En los próximos párrafos estos argumentos serán complementados y sustentados.
Las anotaciones bíblicas y milenarias aducen que las edades geológicas jamás se transfirieron del holoceno. La geología o la Biblia no son religiones o partidos políticos, a los cuales hay que defender así sea fingiendo. Deben ser verdades con fundamentos exactos. Entonces, por el bien de la Biblia y la geología, es decir de la verdad, es necesario también corroborar o desmontar las gigantescas edades. Para esto es básico rearmar la posición anterior de los continentes, antes que estuvieran separados. Lo que consistiría en precisar dos áreas intercontinentales; donde sus estados geofísicos coincidan exactamente, verificando si ambas culturas pretéritas, tuvieron también alguna interrelación histórica durante su empalme geofísico antiguo.
SEMEJANZAS GEOLOGICAS ENTRE EL CARIBE Y MEDIO ORIENTE
Concentrando este trabajo en el Occidente de Asia y el Mar Caribe, encontramos que entre sus riberas, la de Venezuela y el Mar Mediterráneo, ambas costas acuñan con una precisión contundente. Se trata de una fotografía con su negativo. Donde se nota en cada mapa, que la tierra corresponde a áreas ocupadas por el agua y viceversa. Teniendo en cuenta, principalmente la paridad de ambas escalas geográficas.
Fue en la primera deriva continental cuando se registró la separación de Asia, Oceanía, África y Europa, partiendo del continente americano. No fue a causa de la caída de un gran meteorito a la tierra, sino del arribo de las aguas del universo al Pangea bíblico; las cuales provocaron un sobrepeso, que desequilibró la polaridad del planeta y a su vez gestó una desviación de la posición original de su eje terrestre, manifestada 104 años después con la división o primera deriva continental, produciéndose una hecatombe mundial. El diluvio universal es reseñado desde la antigüedad por diferentes culturas, fue este quien acabó con los dinosaurios. Según las siguientes demostraciones el hombre convivió con ellos en el Pangea antediluviano y es por eso que la comiquita de los Picapiedras, no es tan fantástica.
La nueva posición perpendicular de estos nuevos continentes respecto a América fue consecuencia de estas derivas continentales y rotaciones de polos magnéticos. También la corrugación o cortedad que tuvo que sufrir el área del Mar Mediterráneo cuando se retiró de su par terrestre, Venezuela. Se podrá detallar lo referente a estas desmembraciones continentales en los siguientes mapas, en cada par del mapa virtual y el mapa real.
Mapa virtual que muestra la anterior unión intercontinental entre el Mar Mediterráneo y el Mar Caribe de la América Latina, especialmente en Venezuela
Mapa real de escalas idénticas, que a pesar de la desviación polar y continental, y la corrugación que todavía sufre el Mar Mediterráneo por su evicción, sin embargo, aún muestra el paralelismo de la anterior unión intercontinental entre el Medio Oriente y el Mar Caribe de la América Latina, principalmente en Venezuela
Imágenes copiadas del atlas de la Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation.
SEMEJANZAS BÍBLICAS Y GRIEGAS
La Biblia refiere esa primera división geomorfológica en Gen 10:25 y 1ª Cro 1:19, y que en esa separación intercontinental que sucedió en el año 2.413 a.C. fue cuando los pueblos se distanciaron geográficamente por primera vez en el globo terráqueo. Porque 34 años antes (2.447 a.C.) de esta primera deriva continental, ellos se habían apartado unos de otros culturalmente, dispersándose en varios clanes desde una llanura llamada Sinar. Allí convivían inicialmente todos, muy unidos, en un ensueño y debido al cambio radical de su única lengua primigenia a varios idiomas, se esparcieron, como consecuencia de la incomunicación.
Explica el texto (Gen 11:1-9) que debido a la imposibilidad de comunicarse unos con otros por la confusión de lenguas, surgieron nuevos idiomas entre las diferentes cuadrillas especializadas, las cuales estaban fabricando mancomunadamente una gran ciudad y una gran torre o acrópolis, en la tierra de Sinar (Gen 11:4), hacían el tercer paraíso. Su proyecto principal era que la cúspide de su torre llegara al cielo o que desde su pináculo se visualizara el firmamento o faz de la tierra que pretendían dominar, que, para aquel entonces era una sola cara o masa de tierra que contenía todos los continentes. Se trataba del supercontinente o el Pangea bíblico (Dn 4:10-11).
Sin embargo, después de aquella primera diversificación cultural y geológica, producida por la multiplicidad de lenguajes y el remate de la primera deriva continental, aún así, ellos se continuaron comunicando y construyendo replicas, según la especialidad del grupo segregado. Esta interrelación intercontinental se demuestra en el diálogo de Platón, Timeo y Critias.
Véase en la Web: (http://www.kelpienet.net/rea/platatla.php).
“En efecto, nuestros escritos refieren cómo vuestra ciudad detuvo en una ocasión la marcha insolente de un gran imperio, que avanzaba del exterior, desde el Océano Atlántico, sobre toda Europa y Asia. En aquella época, se podía atravesar aquel océano dado que había una isla delante de la desembocadura que vosotros, así decís, llamáis columnas de Heracles. Esta isla era mayor que Libia y Asia juntas y de ella los de entonces podían pasar a las otras islas y de las islas a toda la tierra firme que se encontraba frente a ellas y rodeaba el océano auténtico, puesto que lo que quedaba dentro de la desembocadura que mencionamos parecía una bahía con un ingreso estrecho.
En realidad, era mar y la región que lo rodeaba totalmente podría ser llamada con absoluta corrección tierra firme. En dicha isla, Atlántida, había surgido una confederación de reyes grandes y maravillosos que gobernaban sobre ella y muchas otras islas, así como partes de la tierra firme.”
La segunda deriva continental fue la que alejó más a los restantes hemisferios del continente americano. Para aquel entonces, América contenía la isla Atlántida mencionada en el dialogo de Platón. La hecatombe mencionada en este diálogo alude al mal llamado hundimiento de la Atlántida y no a la segunda deriva continental ocurrida en el año 1.458 a.C. Este suceso ocurrió 955 años después de la primera deriva continental, que es cuando se alejan mucho de América los continentes de Europa, Asia, África y Oceanía, para casi ubicarse en la posición en que se encuentran hoy.
Esta segunda deriva continental también está reflejada en el texto bíblico, en el libro de Josué, capítulo 10, del verso 12 al 13. Allí la Biblia reza que el sol y la luna se pararon casi un día. Cuando expone que ambos se pararon, lo que quiere decir es que eso fue lo que observaron los testigos oculares de aquel entonces, pero lo que en realidad estaba sucediendo en ese momento era el segundo desplazamiento del resto de los continentes que se alejaron más de América.
Estos cuatro continentes derivaron o viajaron, casi a la misma velocidad del movimiento de rotación de la tierra respecto a la luna y el sol, por eso el resultado notorio a los afectados u observadores de aquel entonces, fue un efecto de inamovilidad de casi un día de estos astros, en estos continentes afectados. Estas civilizaciones lo reseñaron simplemente así, como el día largo o que el sol y la luna se habían parado, pero realmente era que ellos efectuaban un viaje en sus continentes a través de los mares oceánicos.
El Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado de Vila y Escuain, edición 1985, página 621 detalla al respecto del día largo de Josué, lo siguiente:
“Pruebas concretas de que este fenómeno fue de alcance mundial; en los anales de Cuauhtitlán de México se relata que en el remoto pasado, durante una catástrofe cósmica, hubo una noche que tardo en terminar .Sahagún (1499-1590) relata en su historia general de las cosas, de Nueva España, que, según las tradiciones de los aborígenes, durante un cataclismo cósmico, el sol se mantuvo una madrugada muy bajo en el horizonte, tardando mucho en subir. Velikovsky documenta otros relatos que concurren en el fenómeno de la detención del día o de la noche, con correspondencia en la situación del pueblo que da el relato.
Es evidente que el hecho es tal como se relata en el libro de Josué, y que la causa no fue “un fenómeno excepcional de refracción”, como se ha pretendido en ocasiones, en un intento de racionalizar el texto. En base a relatos independientes de otros grupos étnicos por todo el Globo, el fenómeno de Gabaón tuvo repercusiones a escala mundial (Worlds in Collision, Doubleday, Garden City, New Cork, 1950).
Bibliografía: Blair, H.J.: “Josué”, en Nuevo Comentario Bíblico (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, 1977); Jensen, I.L.: Josué, la tierra de reposos conquistada (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1980); Rea, J.: “Josué” en Comentario Moody del Antiguo Testamento (Pub. Portavoz Evangélico, en prep. Hay edición en inglés: The Wycliffe Bible Commentary, Moody Press, Chicago, 1962); Dossier, H.: Meditaciones sobre el libro de Josué (Ed. “Las Buenas Nuevas”, Montebello, California, 1969).
La tercera deriva continental sucede en el año 713 a.C., 745 años después de la segunda deriva continental, comparativamente con las otras dos primeras. Esta última fue leve y reversa. También reseñada en la Biblia en 2ª R 20: 8-11 y en Is. 38: 7-8, cuando cita que la sombra o el reloj solar del rey Acaz retrocedería diez grados, como señal a la sanidad de la enfermedad de muerte del rey Exequías.
El Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado de Vila y Escuain, edición 1985, la página 999 puntualiza al respecto del reloj solar de Acaz y el retroceso de su sombra, lo siguiente:
“Reloj de Sol. Instrumento que consiste en una superficie dividida por líneas que representan las horas. Sobre ellos se proyecta la sombra de una varilla, siguiendo el movimiento del sol en su curso diario. El reloj de sol de Acaz (2 R. 20:11; Is. 38:8) era posiblemente un instrumento análogo, con una superficie plana o cóncava, y con líneas graduadas (llamadas grados o escalones). Es posible que Acaz copiara este instrumento de Babilonia, país en el que ya se empleaba desde antes de los tiempos de Herodoto (Herodoto 2:109) desde, como mínimo, el siglo VIII a.C.
Es posible, sin embargo, que se tratara de una escalinata (Ant. 10:2,1) del palacio de Acaz, construida y dispuesta de manera que la sombra de un obelisco cayera sobre los escalones, indicando la hora del día. El término heb. Ma`aloth es el termino traducido “grados” en seis ocasiones en 2 R 20:9-11 y tres veces en Is. 38:7-8. El retroceso de la sombra sobre el reloj de sol de Acaz es considerado como un milagro (cfr. Delitzsch: Commentary on Isaiah en 38:7-8). Se han intentado muchas explicaciones a este fenómeno.
Una de las ofrecidas es la refracción de los rayos solares u otros mecanismos. Sin embargo, Velikovsky documenta en su obra Worlds in Collision la universalidad de este fenómeno, atestiguado, por memorias y leyendas de diversas y apartadas naciones y tribus por la circunferencia del Globo (pp. 233-241, etc.). Además, da evidencia de que los relojes de sol y las clepsidras de Egipto estaban programados para días de diferente longitud para la latitud en la que se hallaban, lo que denuncia un movimiento del eje terrestre debido a una catástrofe cósmica (op.cit., pp. 317-324).
Bibliografía: Velikovsky , I.: Worlds in Collision (Doubleday, Garden City, N.Y. 1950); mismo autor: Mankind in Amnesia (Abacus, Londres, 1980)”.
Los diálogos de Platón son una mezcla de sucesos ocurridos en el año 1.458 a.C. en la segunda deriva continental y los sucesos ocurridos en el año 2.413 a.C., en la primera deriva continental. Es indispensable tener en cuenta que estos diálogos fueron una trasmisión verbal hasta el año 350 a.C., fecha en que finalmente fueron escritos por Platón. El transcurso de tantas generaciones sin registrarse dichos hechos, indujo a que los sucesos similares de ambos acontecimientos se mezclaran entre si y terminaran como una sola composición poética. Ello unió las reseñas del segundo paraíso antediluviano y las del tercer paraíso postdiluviano, lo que provoca que en los diálogos de Platón, se hable de los acontecimientos y edificaciones de dos Atlántidas diferentes, como si se hablara de una sola.
En estos diálogos de Platón, es muy particular destacar también una de las menciones al diluvio universal. Se lee así:
“En una ocasión, para entablar conversación con ellos sobre esto, se puso a contar los hechos más antiguos de esta ciudad, la historia de Foroneo, del que se dice que es el primer hombre, y de Níobe y narró cómo Deucalión y Pirras sobrevivieron después del diluvio e hizo la genealogía de sus descendientes y quiso calcular el tiempo transcurrido desde entonces recordando cuántos años había vivido cada uno.”
El Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado de Vila y Escuain, edición 1985, página 260 detalla del diluvio universal lo siguiente:
“Por otra parte, numerosas culturas y tribus alrededor de todo el mundo han conservado relatos de un diluvio universal. Los relatos babilónicos (sumerios y acádicos), evidencian su proveniencia de una tradición anterior, de la que descienden también numerosos relatos chinos, nipones, amerindios, y muchos otros esparcidos por todo el globo. La divergencia de estos relatos entre si refuta la idea que Moisés se hubiera basado en ninguno de ellos para escribir la narración, aunque sí es prueba de que en la memoria de las naciones, descendientes de Noé, persistió el recuerdo del cataclismo.
Cuando cesó el diluvio el arca reposó en los montes de Ararat, en la región de Armenia (GN.8:4). Allí existen relatos populares acerca de la presencia de un gran navío sobre el monte, que está cubierto por nieves y hielos perpetuos. Ha habido exploradores, como el arcediano anglicano de Jerusalén, doctor Nouri, que visitó la región en 1882, que afirman haberla visto en los ventisqueros del sur del monte. Después de esta fecha se tienen relatos de personas de muy diversas procedencias, incluyendo aviadores, que afirman haberla visto. En la actualidad hay varios grupos que efectúan expediciones anualmente, entre ellos el Institute for Creation Research de San Diego, con equipos cualificados en los que se integran arqueólogos, geólogos y otros especialistas.”
Bibliografía: Balsiger, D. y Charles E. Sellier: In Search of Noah`s Ark (Sun Classic Books, Los Angeles 1976; hay edición castellana de Javier Vergara, Barcelona); Montgomery, J. W.: The Quest for Noah`s Ark (Dimension Books, Minneapolis, 1974); Morris, H. M., Geología: ¿Actualismo o Diluvialismo? Con una desveladora introducción histórica del profesor G. Grinnell: “Los orígenes de la moderna teoría geológica” (Clíe, Terrassa, 1980); El Diluvio del Génesis (con John C. Whitcomb. Clíe, Terrassa, 1982); Navarra, F.: Yo he tocado el Arca de Noé (Clié, Terrassa, 1978); Nelson,B.C.: The Deluge Story in Stone (Bethany, Minneapolis, 1931/1968; Rehwinkel, A.: The Flood (Concordia, Saint Louis, Missouri, 1951/1978 ; Schaeffer, F.: Genesís en el tiempo y en el espacio (Ediciones Evangélicas Europeas, Barcelona, 1974); Sedin: Simposios de varios autores, selección de S. Escuain : Los Fósiles y el Diluvio; Anegado en Agua, tomo I y II; Cronometría: Consideraciones Críticas; Biología y Orígenes ( Sedin, Servicio Evangélico de Documentación e Información, Apdo. 2002, Sabadell, España) Slusher, H.S. y R. Whitelaw: Las dataciones radiométricas: Crítica (Clié, Terrassa, 1980); Watson, D.C.C.: Mitos y Milagros(Clié, Terrassa, 1980); Whitcomb, J.C.: The World That Perished (BHM Books, Winoma Lake, Indiana, 1973). Respecto a la envolvente de agua sobre la atmósfera antes del diluvio, cfr. Dillow, J. C.: The Waters Above (Moody Press, Chicago 1981.
Según la cronología bíblica el diluvio universal sucedió en el año 2.517 a.C. 104 años antes de la primera deriva continental y 70 años antes de la diversificación del lenguaje. También en la historia universal se evidencia su suceso al encontrar restos de especies marinas en cumbres como el Himalaya, en Asia.
EL SEGUNDO Y TERCER PARAISO
Los antediluvianos, quienes precedieron y vivieron antes del diluvio universal, fue una generación que tuvo acceso a un conocimiento excelso, como desentrañar e interpretar la magnitud del Cosmos, aún, esclarecer los misterios y el idioma de la naturaleza misma aquí en la tierra y los cielos. De este modo fue que ellos develaron y demostraron las verdades o leyes absolutas de la ciencia y el universo.
Fue así, que esta civilización antediluviana pudo erigirse como una gran generación de gran renombre, maestra de las megas construcciones. De hecho, el patriarca Noé construyó su gran arca delante de ellos sin sorprenderles. Esta carísima civilización fue la que constituyó el segundo paraíso de la humanidad, cuyo objeto era emular el primer Edén perdido por Adán y Eva. A pesar de los excelsos frutos de los antediluvianos, su falta de ética, moral y temor a Dios, terminaron por degenerarlos. Toda aquella perfección de discernimiento acabó con la aparición del diluvio universal.
Lo único que permanece incólume de aquella gran civilización son sus grandes restos arqueológicos, ubicados después de la segunda deriva continental en una zona inaccesible hasta hace poco y hoy de escabroso acceso, la Antártida. Fue esta una zona prohibida en aquel entonces, pero después del diluvio durante 104 años fue de fácil acceso, cuando el Pangea aún no había empezado a fraccionarse, condición que permitió a los descendientes de Noé construir la vialidad para dirigirse fácilmente a esta zona prohibida y acceder a ella en aquel entonces.
De este modo, esta nueva civilización postdiluviana regresó al segundo paraíso antediluviano para copiarlo y trasladar su megaproyecto a la Llanura de Sinar. Donde los sobrevivientes del diluvio universal o los herederos de los antediluvianos se habían asentado, después de haber salido del arca de Noé.
Esta Llanura de Sinar era donde había estado antes el Edén o paraíso perdido de Adán y Eva. Por eso sus nuevos pobladores afirmaban, que no deberían separarse de este lugar (Gen. 11:4), para lo cual planearon realizar o imitar en el, la gran construcción del segundo paraíso, que a su vez sería un modelo del primero.
Es necesario recordar que Adán y Eva fueron echados del primer paraíso y Noé fue contemporáneo de la generación que sucedió a Adán, lo que implica que Noé debió conocer la ubicación del primer paraíso en el Pangea bíblico. Después del diluvio y con la ayuda de Noé, sus descendientes regresan al primer paraíso para reconstruirlo, de tal modo que así se inicia la obra del tercer y postrero paraíso en la historia de la humanidad.
Después del diluvio, el segundo paraíso era como una zona desolada y prohibida. Los constructores del tercer paraíso intercalaron una vía de comunicación entre este segundo paraíso y el primero, después tercer paraíso. Hicieron entre los dos paraísos un gran canal de agua rectilíneo y así se comunicaron entre ambas áreas y copiaron aquella gran construcción desolada, hasta que ocurrió la diversificación de lenguas y se detuvo la obra por este motivo.
La variedad de lenguas originó la multiplicidad de culturas y pueblos en la geografía monolítica de aquel entonces. Aquella emigración común fue más extendida con la primera deriva continental o división parcial del Pangea bíblico. En la segunda deriva continental fueron separados los continentes completamente. De este modo queda inconclusa la iniciativa de reconstruir un tercer paraíso en la tierra primigenia de la humanidad.
Ahora, el desolado segundo paraíso construido por los antediluvianos, con la segunda deriva continental y la rotación polar, queda en la Antártida; en una nueva posición geográfica y completamente cubierto de hielo, queda como una zona prohibida y secreta (Job. 9:9, 23:9 y 38:22, Ez. 40:2). El uso de aerosoles ha creado un Agujero en la capa de ozono sobre la Antártida; que ha permitido la entrada de los rayos ultravioletas del sol a esa zona desde el año 1976, a pesar de los acuerdos internacionales y su auto regeneración, se estila que este escenario se prolongue por unos cincuenta años mas. Esta condición acelera el deshielo en esta área, despeje que dejará perpleja a la modernidad. Para no postergar más la edición de este texto, solo dejaremos como referencia las citas bíblicas ya señaladas al respecto, tampoco intentaremos demostrar con soportes la ubicación del segundo paraíso en la Antártida.
La descripción bíblica del primer paraíso o el Edén de Adán y Eva (Gen. 2:8-14), inicialmente, lo ubica en el oriente del Pangea bíblico y señala que era un huerto de riego (Gen. 13:10), del que salía un río que irrigaba toda aquella tierra, y de allí, se repartía en cuatro brazos. Cuando cita que salía un río del huerto; se refiere a una fuente subterránea (Cnt. 4:15), a la que se le retuvieron sus aguas (Ez.31:15), lo que implica que en su lugar debe encontrarse una cueva subterránea, de donde brotaron antes las aguas que regaron toda aquella tierra Edénica.
Esta fuente antiquísima o río original, cuando salía de la tierra se dividía en cuatro brazos que conformaban otros cuatro ríos. El Hidekel y el Eufrates, reconocidos actualmente como dos de ellos. El Río Gihon era el Río Nilo de Egipto y el mismo Río Orinoco de Venezuela, ambos, eran uno solo en el Pangea bíblico. Hoy se ha demostrado que el Río Orinoco pasaba por la Península de Paraguaná. Faltaría el Río Pisón o el río perdido. En el vocablo hebreo la palabra Pisón significa “dispersante”, el que se dispersa o que se aleja de su centro, el que se descompone de una radiación compleja en varias ondas.
Explica la descripción bíblica que este Río Pisón regaba toda la tierra del Havila, palabra que en el verbo hebreo significa “circular”. Finalmente cuando se asocian las dos palabras hebreas “Pishon” y “Kjavila”, se compone perfectamente la figura de un espiral o la de un huerto de riego. Exactamente, estas palabras representan el motivo de los petroglifos realizados por el hombre cavernícola, en la salida de su tronco común o éxodo del mundo de aquel entonces, emigración abrupta ocasionada por el cambio de su lenguaje que se llevó a cabo en el Pangea bíblico.
Las similitudes de la exposición bíblica con el texto de Platón y los primitivos petroglifos distribuidos en todo el mundo por las tribus o clanes nómadas, aún los acuerdos unánimes de la ciencia actual, fortalecen esta tesis. Pero a partir de este lapso es necesario ser más minucioso y evidenciar. Eso es lo que procuraremos en las próximas líneas.
SEMEJANZAS CULTURALES ENTRE EL CARIBE Y MEDIO ORIENTE
La semejanza lingüística, erróneamente atribuida al remoto arribó de una tribu perdida de Israel al continente suramericano, no es la responsable de las similitudes lingüísticas de los nativos suramericanos con el idioma hebreo de las tribus semitas del Medio Oriente, sino su anterior conexión geográfica. La fitogeografía de uno y otro territorio también clarifica las conexiones culturales que existieron entre ambos continentes. Se corroborará este vínculo geocultural entre uno y otro hemiferio, en la coincidencia de sus suelos, flora y fauna, aún en evidencias minerales, principalmente las petrolíferas entre Venezuela y el Medio Oriente.
Del mismo modo la semejanza corporal de los antiguos habitantes de los dos continentes entrañados, en que ambos pobladores primigenios, eran corpulentos y de estatura alta, qué los identificaba como gigantes; así identificaron Josué y Caleb a los cananeos, como gigantes. Así eran los antiguos habitantes del Medio Oriente. Esta observación fue reseñada en la Biblia cuando los israelitas salieron de Egipto con Moisés e iniciaban la conquista de Palestina. Números 13:33, cita:
“Vimos allí también a los gigantes (los hijos de Anac, que son parte de la raza de los gigantes); y nosotros éramos como langostas; y así parecíamos ante sus ojos”.
De igual manera, en los informes históricos sobre los nativos suramericanos, encontramos que la contextura original de los indios caquetíos del occidente de Venezuela tiene mucha similitud con la de los cananeos. Los caquetíos son una de las tribus más remotas de los primitivos arahuacos. Según constancia de las escrituras pretéritas, los primeros colonos clasificaron a los caquetíos como gigantes. Ellos tuvieron presente su constitución alta y fuerte, y dejaron testimonio escrito de este hecho. En ese sentido, denominaron a esta área insular del occidente de Suramérica, Islas de los Gigantes.
Todos ellos eran los habitantes primitivos de las islas de Aruba, Curazao y aún de, la Isla de Coquibacoa, nombre con el que el explorador Alonso de Ojeda, designó a la actual Península de Paraguaná, al creer inexactamente que se trataba de una isla por el elevado nivel del mar y las mareas de ese entonces, a su arribo en el año 1499. Paraguaná fue la casa principal de los caquetíos.
El antropólogo César L. Mariño, destaca la corpulencia de los caquetíos en su libro “Vida y Obra de Manaure”, dónde resalta este complemento presente en las escrituras primitivas de los conquistadores:
“Vespucio, cuando dejó Los Gigantes, regresó silencioso y asustado, debido a sus residentes, unas siete mujeres y doce hombres tan enormes que ellos (los colonos) apenas alcanzaron las rodillas de estos gigantes, que también tenían la particularidad de no hacer la guerra” Boletín…. del Centro de Historia del Estado Falcón, Año V, Numero 8, marzo de 1957, P., Nº 26.
Estas concordancias nos evidencian también, que los antepasados de los suramericanos o los arahuacos, identificados luego como caquetíos, eran parientes inmediatos de los cananeos y convivieron juntos en el Pangea, antes que se separaran los continentes y componían el clan de los gigantes, participando contiguamente como una cuadrilla en la construcción de la antiquísima ciudad y, torre que llegaría al cielo o dominaría visualmente el supercontinente. Antes de la dispersión cultural estaban conjuntamente trabajando y compartiendo con los demás clanes o tribus que formaban la matriz humana y que en ese entonces construían el tercer paraíso de la humanidad.
Pero 70 años después del diluvio, cuando sucedió la confusión de lenguas en Babel y la dispersión general, los suramericanos y cananeos, fueron la única cultura que permaneció en esa llanura y no emigró a otro lugar, quedándose estos gigantes como únicos dueños y señores de la ciudad y la gran torre. Es fácil deducirlo por su corpulencia y dominio de la circunstancia. Ahora los otros nuevos grupos en expatriación, tuvieron en ese tiempo la oportunidad de distribuirse alrededor de toda la tierra, porque ella era aún un solo continente o Pangea bíblico. Esto explica fácilmente su anterior correspondencia geográfica y la semejanza de su arte pétreo y las posteriores evocaciones comunes en su cultura, demostrado en la diversidad de su arte y construcciones, destacándose en demasía las formas piramidales y cónicas en todas las culturas antiguas.
Así trataban de reproducir su tronco común, punto de partida que fue la gran Torre de Babel. Siempre reflejaron en su emigración el complejo del proyecto del tercer paraíso. Remarcamos, esta tesis se confirma más, con el arte cavernícola, por los motivos de sus petroglifos, tan semejantes entre distintas culturas y continentes. Fueron estampados durante la dispersión de aquellas tribus nómadas en el Pangea bíblico, cuando partieron de su nirvana y fueron separados según sus idiomas y su especialización. Estas perfectas imágenes fueron cinceladas en su éxodo en lugares agrestes mientras intentaban establecerse en una nueva área, tratando de reconstruir o rememorar el plano de su anterior paraíso. Son figuras que hoy reconocemos como petroglifos o arte rupestre primitivo, lo que de hecho descarta la hipótesis que confunde estas imágenes de los grandes huertos circulares con naves extraterrestres.
Después de 34 años, de aquella dispersión cultural en el Pangea bíblico, es cuando sucede el maremoto o primera deriva continental indicada por la Biblia y por Platón, fenómeno natural que divide por primera vez el Pangea bíblico en diferentes continentes. De igual manera aparta territorialmente a los suramericanos de los cananeos, que componían un solo clan y un idioma: El hebreo. Fueron ubicados geográficamente así: El hemisferio europeo frente al hemisferio americano primeramente, después en la segunda deriva continental, el continente europeo más alejado y perpendicularmente, respecto al hemisferio americano.
Desde ese entonces los gigantes suramericanos o arahuacos pasan a ser los custodios de las ruinas o restos de esa ciudad y gran torre que quedó en este continente, matriz de la urbanidad actual. Para esa época, dichas construcciones ya se encontraban derrumbadas y en parte, sumergidas en el mar, a causa de las hecatombes mundiales que acarrearon la separación hemisférica y acentuaron mas las diferencias culturales.
El mapa siguiente es un imaginario hibrido del Pangea bíblico, hibrido porque se muestran golfos y mares actuales, que en el Pangea bíblico real no estaban y se une apenas una parte del continente americano y el Occidente de Asia. Este ejemplo geográfico inusual, solo servirá de orientación. Aquí también se muestra el actual Golfo de Iskederun, de forma cuadrada, donde calzaba antes la Península de Paraguaná o llanura de Sinar, la cual estaba muy cerca de Turquía, Siria y Líbano, al oriente del Monte Ararat.
Mapa Hibrido que Ilustra Parte del Pangea Bíblico y los Actuales Continentes
Cerca de la actual Turquía estaba Sinar en el actual Golfo de Iskederun. Aquí en este mapa se ubica al oriente del Monte Ararat (Gen. 11:2). En ese monte encalló el arca de Noé, y sus tripulantes se dirigieron al oriente de ese entonces, a la llanura de Sinar, Porque antes de la separación intercontinental, los polos magnéticos del planeta estaban invertidos, de igual manera el oriente y el occidente. Téngase en cuenta que el Edén se encontraba al oriente de aquella época (Gen.2:8), ellos regresaron allí y construyeron la torre y la ciudad de Babel o la misma segunda Atlántida de Platón, entre Turquía, Siria y Líbano. Al litoral este de ese entonces, la ciudad fue interconectada con el mar a través de un gran canal de agua para reproducir la Antártida, segundo paraíso o primera Atlántida de Platón, que para aquel tiempo no estaba cubierta de hielo ni separada del Pangea.
Por eso se encuentran en diferentes continentes, los pares culturales de Platón o sus Atlántidas, solicitados actualmente por la ciencia. Todo esto es un boceto de la configuración de aquella nueva humanidad, en la cual, su último terruño o matriz urbana de toda la humanidad, continuó administrado por los cananeos o hijos de Anac y finalmente por los arahuacos en Suramérica.
Porque en los dos cambios de polos del planeta, suceden las descomposiciones o derivas del Pangea bíblico que conformaron los actuales continentes, fenómenos geográficos que terminan separando a los cananeos de los arahuacos. Ahora, la gran ciudad de Babel con su torre o la segunda Atlántida anillada de Platón, que se situaba en el actual Golfo de Iskederun, pasa a ubicarse en lo que es hoy la Península de Paraguaná. Detállese en las siguientes fotos satelitales, los círculos, triángulos y espirales, presentes en la geografía Paraguanera o par, faltante del Golfo de Iskederun.
Analícense con precisión los círculos de la foto izquierda, con la ayuda de la foto de la derecha, son anillos que se encuentran en toda la superficie territorial de la Península, semejando mucho a los petroglifos dibujados por los primitivos. Es significativo destacar la consonancia de estos bosquejos con el arte cavernícola y con los motivos de culturas antiguas.
Aquí considero importante destacar la abundancia de venados que caracterizó antes a la Península de Paraguaná. Decían nuestros abuelos, que hasta principios del siglo pasado se realizaba abundante caza de venados aquí en la Península, vertebrado que aparece mucho en los dibujos de los petroglifos. También el significado caquetío de la palabra “Paraguaná”, es “conuco en el medio del mar”, distinción muy semejante a la que Platón le dio a su Atlántida.
El círculo más destacado en la Península de Paraguaná, es la media circunferencia donde se encuentra la ciudad señalada como Punto Fijo, en el que la quebrada de Guaranao bordea parte de la periferia de este exacto anillo. Nótese que la mitad del medio círculo compone lo que es hoy la ciudad de Punto Fijo. En el perímetro del lado oriental de esta media periferia, nacen dos hipotenusas que convergen en un vértice, las cuales concluyen un triangulo.
En el final de este vértice se conforma un oasis triangular, que termina al sur de la urbe de Yabuquiva, llamado por sus ciudadanos, “El Encanto” o “La Cueva”. Paradójica y sorprendentemente, en el interior de este espacio triangular, se sostiene durante todo el año, un microclima que favorece a la vegetación de esta área, a tal punto; que es un bosque tropical con sobresalientes árboles en medio de una zona xerófila, encontrándose ambas en casi iguales niveles de elevación, demarcándose la frontera del delineamiento triangular u oasis, por la diferencia entre el sequedal exterior y la vegetación tropical interna.
Orientándose su puntiagudo ángulo o punta del triangulo hacia el Cerro Arajó y Santa Ana (puntos rojo y negro en el mapa de la izquierda). Entre ambos hay un círculo o gran surco, cuyo diámetro es igual a la altura del triangulo completo, surco geográfico que recolecta la mayoría de aguas de la Península y las vierte al oasis y después a la quebrada de Guaranao. Esta realidad geomorfológica tiene un asombroso paralelismo con la descripción de la Atlántida de Platón.
Entre otras cosas particulares y paralelas, que se encuentran en los diálogos de Platón, son la mención de un bosque sagrado con las mismas características irrigatorias y climáticas del vértice del triangulo o “La Cueva de Yabuquiva”, llamada también “El Encanto”.
“Dirigieron la corriente de agua hacia el bosque sagrado de Poseidón -múltiples y variados árboles de belleza y altura sobrenatural por la calidad de la tierra- y hacia los círculos exteriores por medio de canales que seguían la dirección de los puentes.”
El circulo grande detrás de triangulo es la ciudad de Punto Fijo.
El triangulo de color verde identifica el área de la “Cueva” o “El Encanto”
El punto rojo es el Cerro Arajo y el cuadro subdividido es el Cerro Santa Ana.
Estos paralelismos de los textos bíblicos y griegos, concuerdan con las configuraciones geográficas y culturales actuales de ambos continentes, demostración irrefutable de la interrelación de una y otra cultura, antes de la separación geográfica de los continentes involucrados. Se cumple la paridad cultural entre el occidente asiático y el Caribe, armándose finalmente el rompecabezas de la cronología de la historia universal.
Verifíquese en la próxima foto del Golfo de Iskederun, en Siria, su forma cuadrada. Allí era donde antes se encontraba la Península de Paraguaná. Detállese la extracción de material en sus costas, el cual sirvió para construir la ciudad y gran torre. También pormenorícese que en la parte de la boca de la Península o donde se encuentra la actual ciudad de Punto Fijo, tanto allí como en el golfo de Iskederun, falta medio pedazo circular, es decir, el golfo de Iskederun no es un rompecabezas como el resto del conjunto de Venezuela, lo cual indica que hay media ciudad hundida allí o en el trayecto que trazó el recorrido. Es necesario que exploraciones submarinas cartografíen ambos fondos o su recorrido continental, para ubicar el medio círculo faltante y corroborar esto.
A Platón se le interpreta que, la isla de la Atlántida esta en medio o mas allá de las dos Columnas de Hércules, que son hoy el Estrecho de Bering. Las dos elucidaciones son legítimas, si la separación intercontinental fue en dos trancos; si fue así la desmembración, la América del Sur tuvo que pasar o estar frente del Estrecho de Bering o Columnas de Hércules, lo cual ubicó en determinado momento a la Atlántida en medio o al frente de ellas y después más allá y perpendicularmente, cuando esta se alejó en la segunda deriva continental. Por eso hay varias reseñas históricas respecto a su ubicación.
Revalido, la forma rectangular del golfo de Iskedurun, igual que la Península de Paraguaná, enuncia una semejanza más con la descripción de la isla de Platón o la Atlántida; también los vestigios de extracción de rocas, alrededor de las costas de todo el golfo de Iskedurun, señalan la procedencia del material para construir la gran torre de Babel, hoy el Cerro Santa Ana.
DIVERSAS EVOCACIONES COMUNES MÁS RECIENTES
Apréciese en las siguientes figuras, el paralelismo que tienen las sucesivas fotografías, con lo expuesto hasta ahora, de diversas culturas posteriores y en diferentes hemisferios. Una es la piedra Maya o Azteca, otra es un plano pétreo de la antigua ciudad de Babilonia. Los otros son monumentos en Galicia, Inglaterra, Egipto y Sumer. Todo es, al igual que los Petroglifos, una relación exacta de semejantes motivos y distintas culturas, en diferentes continentes. Invioladas aún, evocando un sitio y una ciencia común.
Piedra Sol Azteca
www.astromia.com/fotohistoria/piedradelsol.htm
Mapa de la Babilonia Antigua
users.commspeed.net/tbabbitt/kivotion.htm
GALICIA
www.terrademontes.com/outras/prehistoria.htm
Stonehenge Inglaterra
www.ociojoven.com/article/articleview/773368/...
Maiden Inglaterra
www.port.ac.uk/.../photogrammetryresources/
EGIPTO
SUMERIOS
xfacts.com/sumerian.html
La ciudad primigenia se construía en armonía con la astronomía y las estaciones. Era un proyecto integral que condensaba diferentes ramas del espacio y el tiempo. Un complejo inimaginable por la invención actual, que precisamente por su gran magnitud, ha sido muy difícil su comprensión y hallazgo.
Es de tener en cuenta, que hasta ahora no se habían encontrado estos restos en ningún continente, porque intencionalmente esta ciudad y esta torre fueron objeto de un camuflaje por sus custodios, para postergar la plena revelación y la nueva reintegración mundial, convirtiendo sus magnas edificaciones en cerros y ocultando sus surcos, para evitar el acceso de extraños e inescrupulosos, al perfecto conocimiento que desplegó aquella civilización primigenia. Aquellos postdiluvianos heredaron parte del discernimiento del lenguaje astronómico, el cual les enseñó muchas leyes infalibles del universo y la naturaleza, lo que los ensoberbeció, actitud que determinó su dispersión y el trunque de sus objetivos.