El a pesar de todo, es a pesar del fraude reiterado: Tanto sectores de las cúpulas de derecha o de izquierda, de la mayoría de los países, en verdad siempre les ha preocupado y hasta incomodado la alta participación ciudadana en las votaciones u otros actos legales que impliquen toma de decisiones de las mayorías; estos sectores siempre aspiran invalidar o retardar las elecciones o resultados que les pueden ser adversos. Lo peor de todo, es que el bando contrario no confronta ni intenta desenmascarar estos fraudes y retardos.
Aquí en Venezuela ya a la cúpula opositora se le han desenmascarado varios infiltrados y a la mayoría de estos conjurados, que aún permanecen en la dirección nacional opositora, cada día se les hace mas cuesta arriba disimular la duplicidad ante sus seguidores y el pueblo venezolano. Con esto de los fraudes y retardos, los sectores desleales de las cúpulas de ambos bandos, se ponen de acuerdo entre ellos desde las misma campañas electorales; influenciando a los votantes, principalmente a la abstención; lo hacen de una manera solapada, para inducir este descontento usan muchos ardides en los medios de comunicación.
Tendríamos que recordar que en muchas campañas personeros políticos de alto rechazo usaron y usan los espacios oficiales de promoción, vociferando e invitando a los electores para que cumplan con su deber y ejerzan su derecho, casi restregándoles en la cara: “tonto, si vas a votar me favoreces a mí”; logrando en verdad el objetivo de su treta, porque la mayor parte de los electores rechaza a estos personeros, desobedeciéndoles y aumentando mas la abstención.
De igual modo, cuando monopolizan o polarizan una campaña electoral, donde representan en un candidato a todos o casi todos los partidos de derecha y de igual modo los de izquierda, no dejando lugar a una tercera y menos una cuarta opción; induciendo a la abstención a los que rechazan a los dos y únicos bandos confrontados, aumentando también de esta manera el porcentaje de abstención. Pero por qué inducen a la abstención; lo hacen para desenvolverse mejor con un pequeño universo de electores, con el objeto de poder usar electrónica, tangible y usurpadoramente el amplio universo que mayoritariamente se abstuvo de votar, sin que se llegue a notar porcentualmente la maniobra.
El único lado bueno del voto electrónico es que con la participación masiva real se anulan los márgenes de fraude, es decir, con el voto electrónico solo es posible el fraude con elevada o media abstención. Trataremos de explicarlo: Antes con el voto manual el partido político o el candidato que no tenia testigo en la mesa de votación perdía sus votos en el acta, lo que se llamaba “acta mata votos” y hoy con el voto electrónico no se puede hacer eso, pero continúan otras irregularidades; como la que siguen votando los eternos difuntos y los dos o tres millones de votos virtuales presentes en el inauditable registro electoral venezolano.
Los votos virtuales se hacen tangibles a través de las múltiples cedulas que llegan a portar cientos de inescrupulosos votantes, que salen a toque de diana y aspiran y esperan no encontrarse con colas que retarden su tarea, y fácilmente usurpan o sustituyen a otros electores que normalmente no votan. Precisamente por esto no se permite tomar fotos, ni hacer video en las votaciones, para que no se vea y compruebe las veces que estos desalmados repiten el voto.
Por eso vemos “incomprensiblemente”, en unas votaciones que se dicen con más de un 60 % de participación, que a ninguna hora hay grandes colas, pero si hay mucha fluidez de electores, pareciese como si todos se hubiesen puestos de acuerdo y coordinado en la hora para ir a votar. Precisamente, la fluidez se lleva a cabo porque mayormente siempre están votando los mismos electores, sustituyendo a otros o haciendo real la lista virtual del registro electoral. Se debe notar también que durante las elecciones siempre hay muchos extranjeros de nacionalidades afines al modelo político del gobierno.
Pero con una arrolladora y masiva participación ciudadana, estas trácalas pasarían a ser insignificantes y casi inejecutables, porque el repetidor de voto aunque madrugue, se encontraría con un mar de colas que le impedirían cumplir con su cuota de votos repetidos. Yo soy de los que creo que Chávez la única elección que ganó fue la de 1998, y sin embargo tengo mis dudas, porque su antecesor tampoco ganó y fue el quien impuso el voto electrónico.
La repartición de Venezuela en las elecciones regionales entre el bloque oficialista y opositor por cuotas de complicidad, es de vieja data. Intentan convencer a través del engaño de las capta huellas, pero absolutamente a nadie han identificado como usurpador con esta máquina; la tinta fraudulenta, que se diluye fácilmente con cloro, acetona y alcohol. Todo esto, lo vengo denunciando detalladamente desde hace varios años en mis artículos en la página web www.lucasblancoacosta.com, que está ahora en el enlace alternativo que contiene www.cronicabiblica.com.
Pero ahora aquí en Venezuela tienen un gran problema, porque los venezolanos cada día que pasa ya no comemos igual y menos comeremos cuentos, y estamos muy conscientes de la importancia de ir a votar; y más dispuestos que nunca, para de cualquier modo o manera participar en cualquier elección. Ahora a ambas cúpulas, el asunto se les ha puesto muy grave por el ascendente y acelerado aumento de la participación ciudadana en cada elección. Si habrá diputados honestos, pero pecan por ingenuos y los incautos jamás deben estar en la dirección de un país.
En las últimas votaciones donde eligieron la asamblea nacional de Venezuela, el oficialismo ni siquiera hubiese podido sacar un solo diputado, si aumenta un poco más la participación, ese es el escenario próximo y por eso es que ambos cómplices no quieren elecciones. Porque se han percatado que cada día que pasa la gente está decidida a participar más y ya el margen de abstención es muy pequeño y por consiguiente poco manejable para ejecutar fraudes.
Antes, en el día de las elecciones, el venezolano aprovechaba y se iba a las playas u otro, pero actualmente como está obligado a hacer largas colas y hasta de varios días, para comprar leche, pollo azúcar, arroz, harina, aceite etc. La cola de las votaciones vendrá a convertirse en un dulcito de coco, comparado con el acostumbrado martirio diario para alimentarse. Por eso, es que cada día los venezolanos tienen más disponibilidad para votar, y las cúpulas del gobierno y oposición se llenan de terror, al tener que confrontar esta situación que puede llegar hacerse inmanejable por ellos y muy visible ante el mundo.
Chavistas y opositores despertad, Venezuela y Latinoamérica os necesitan.
Lucas Blanco Acosta, 15 de Enero de 2017
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